martes, 31 de enero de 2012

EL BAOBAB

El Baobab es un árbol gigantesco de flores efímeras y frutos carnosos, de forma variable, con una cáscara peluda. « Los baobabs son distintos de cualquier otro árbol y parecen plantados al revés». Más allá de las curiosidades, los Baobabs están en el origen de numerosos mitos y leyendas, arraigadas en la memoria de África. Uno de ellos señala que en los primeros días del mundo los dioses repartieron semillas entre todos los animales para que las plantaran; las del baobab se la dieron a la hiena, ésta un poco torpe, y enojada por haberlas recibido en último lugar, decidió plantarlas al revés, lo que explicaría la extraña impresión que producen los Baobabs, como si sus raíces estuvieran en el aire.

El Baobab, llamado también “árbol botella” o “árbol farmacia”, pertenece a la familia de las Bombacaceae, familia que consta de 150 especies, casi todas arbóreas y propias de las regiones tropicales, con frutos generalmente muy grandes, como el Durión, Durio zibethinus o el Zapote, Matisia cordata. El Baobab crece en África Central y es especie nativa de las regiones semiáridas del África Sub-Sahariana. Su altura algunas veces sobrepasa los 30 metros, pero su tronco puede superar los 20 de diámetro, y pueden vivir normalmente más tres mil años, hasta un máximo de seis. El Baobab puede almacenar desde 6.000 hasta 100.000 litros de agua, ya que la corteza es esponjosa y tiene muchas cavidades huecas. Desde la antigüedad este árbol era utilizado para el consumo de la población local y sus frutos y hojas eran conocidos por sus propiedades.

Existen ocho especies de Baobabs, seis de las cuales se encuentran en Madagascar:

ADANSONIA DIGITATA

Localización: Es la especie más numerosa y conocida de los Baobabs, y se encuentra en casi todos los países del África subsahariana. Puede alcanzar los 30 metros de altura y hasta 20 de diámetro en la parte más ancha del tronco. Su corteza es gris y lisa.

Tronco y hojas: El árbol adulto tiene un tronco muy fuerte y agazapado, muchas veces hueco (se han hecho hasta pequeñas casas en su interior). Las hojas se desarrollan en la temporada de las lluvias (de mayo a noviembre).

Flores: Las flores del baobab son grandes, blancas, con cinco pétalos. Es una flor de una noche, que se abre en el crepúsculo y marchita en el transcurso del día. La polinización está garantizada generalmente por los murciélagos e insectos alimentándose del abundante néctar azucarado.

Período de floración: de Mayo hasta Agosto.

Frutos: Los frutos tienen formas variables según las especies de Baobabs, entre esféricas ovoides, y alargadas elipsoidales.

ADANSONIA GRANDIDIERI

Localización: Es la especie típica del Madagascar. Se encuentra en Morondava y Morombe, en el oeste de la isla, y por muchos considerado el más bonito de la especie. Tiene una corteza de color gris rojizo.

Puede alcanzar los 25 metros de altura y el tronco (cilíndrico) unos cuatro de diámetro.

Flores: Son blancas y con el tiempo se vuelven amarillas. Sus frutos son redondos y rojizos.

ADANSONIA GIBBOSA O GREGORII.

Localización: Especie nativa del norte y noroeste de Australia. De todas las especies de Baobab es la más pequeña, no suele sobrepasar los 10 metros de altura.

De su base crecen varios troncos de distinto grosor con una corteza gris y lisa.

Flores: Sus flores son blancas o de color crema. Los frutos tienen forma de bola.

ADANSONIA ZA

Localización: Se encuentra en el noroeste, oeste y sur de Madagascar. Es una de las especies más comunes. Su altura va de los 5 a 30 metros con una corteza de color gris.

Flores: Sus flores son amarillas y sus frutos son de forma ovoidal, con un color oscuro casi negro.

ADANSONIA SUAREZENSIS.

Localización: Su diminuta población se encuentra en Antsiranana (norte de Madagascar). Su altura alcanza los 25 metros con un tronco de dos metros de diámetro.

Flores: Sus flores son blancas. Tiene una copa plana, donde sus ramas crecen horizontalmente casi de forma paralela con el suelo. Sus frutos son muy irregulares (largos) y sus semillas son las más grandes de las demás especies (hay unas 450 semillas por Kg de pulpa en lugar que 1000).

ADANSONIA RUBROSTIPA.

Localización: Es una de las especies más pequeñas de Madagascar con una altura media de 5 metros, pero algunos ejemplares alcanzan los 20 metros.

Su tronco se asimila a una botella y su corteza con la edad es de color marrón rojiza y en los ejemplares jóvenes es gris.

Flores: Sus flores son anaranjadas. Sus frutos son redondos y de color rojo denso.

ADANSONIA PERRIERI.

Localización: La encontramos solamente en la región de Antsiranana, al norte de Madagascar. Es la especie más extraña y en peligro de extinción. Puede alcanzar una altura de 30 metros, tiene un tronco irregular con unas delgadas ramas que crecen formando ángulos de 45º.

Flores: Sus flores son de color amarillo pálido y sus frutos son grandes midiendo hasta 30 cm.

ADANSONIA MADAGASCARENSIS.

Localización: Crece en la región de Mahajanga, noroeste de Madagascar. Su altura varía entre los 5 y 20 metros. Tiene un tronco con forma de cilindro o en forma de botella, su corteza es lisa, de color gris claro y una copa muy irregular.

Flores: Sus flores son de color rojo oscuro y sus frutos pequeños (más o menos redondos) de color marrón.

Los Baobabs crecen sobretodo en suelos arenosos y calcareos, prefieren un clima muy cálido, son muy resistentes a la sequía y también a los fuertes vientos. Podemos encontrar Baobabs en Senegal, en Gabon, en la Republica Central Africana, en Zaire, en Nigeria, en Mali, Ghana, Togo, Congo, Sudan, Eritrea, Kenia, Tanzania, Mozambico, Angola y Madagascar.

La presencia de Baobabs fuera del Continente Africano es debido a los navegantes y viajeros árabes, franceses o portugeses que exportaban los frutos, es por esto que hoy podemos encontrar estos árboles en Arabia, Australia, Centro America (Cuba y Haiti), Florida, Nueva Zelanda, Filipinas, Antillas y, también Europa (Alicante, España).

EL FRUTO

El fruto del Baobab mide desde 10 cm hasta 45 cm. Tiene forma irregular, aovada, y está constituido por una parte externa leñosa, muy resistente, cubierta de una pelusa amarillo-verde; en el interior se encuentra una pulpa deshidratada, con aspecto polvoriento, de color blanquecino y de sabor ligeramente ácido. La pulpa se divide en pequeñas aglomeraciones harinosas que encierran múltiples semillas.

En Africa la población obtiene mezclando este polvo con agua, un zumo, llamado también leche de Baobab, gubdi o buoy, que tiene más proteínas, calcio y hierro que la leche humana, y por esto es utilizado como alimento infantil. Es muy rico también en vitamina C y provitamina A.

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LA HOJA

Las hojas del Baobab pueden ser simples o digitadas, es decir, como los dedos de una mano, y miden unos 10-15 cm. Se encuentran al final de las ramas o también a nivel del tronco. Las hojas representan una fuente nutricional muy importante, sobre todo en aquellos ambientes áridos y pobres en vegetación. Las hojas de baobab en la tradición alimenticia africana se consumen crudas o hervidas, también si la forma más común de aprovecharlas es disecándolas y moliéndolas hasta obtener un polvo (en Senegal se llama Lalo).

Las hojas del Baobab son ricas en vitaminas, minerales y aminoácidos, también si los valores son muy variables según las zonas y las condiciones climáticas. En las hojas encontramos una alta concentración de calcio (260-402 mg/100 gr) y de fósforo (57,5-67 mg/100gr). Es rica en vitamina C, pero también encontramos otras vitaminas, como las del grupo B, especialmente la B3 (niacina).

Del punto de vista nutricional, la hoja puede ser considerada una fuente rica en proteínas, sobretodo en aquellos lugares en que hay escacez de recursos nutricionales. Se considera un suplemento nutritivo en la dieta rico en cereales, como el mijo, tanto para las poblaciones indígenas como para los animales.

En cuanto al contenido de minerales en la hoja encontramos calcio, hierro, potasio, magnesio, manganeso, molibdeno, fósforo y zinc. Esto indica en términos de calidad y cantidad un buen aporte de elementos inorgánicos. En Africa se emplean, una vez secadas y molidas, para ligar el cous-cous de mijo.

LA SEMILLA

La semilla representa una parte muy importante del fruto, ya que costituye alrededor del 40% de su peso. Mide unos 4-5 mm y se compone de una sutil piel externa de color café, el endocarpio, y un núcleo, blanco y rico en acidos grasos y proteínas (alrededor de 35 g. por 100 gramos de producto).

Es rica sobretodo en Lisina, Cisteina, Arginina, Tiamina, Riboflavina, Niacina, y en minerales como Calcio, Hierro y Potasio.

En Africa, desde siglos, se extrae un aceite para uso alimenticio y cosmético, como cicatrizante y para hidratar la piel, mientras que tostadas reemplazarían al café.

EL BAOBAB Y LA COSMETICA

Desde la antigüedad se utiliza el Baobab para usos cosméticos. Las proteínas, las vitaminas y minerales que se encuentran en la pulpa, en las hojas y en la semilla constituyen un óptimo nutrimento para la epidermis, el cabello y las uñas.

En la pulpa encontramos:

Vitamina A, de efecto alisador y ablandante, útil para el mantenimiento de la integridad celular.

Vitamina B1/B2, que favorecen la síntesis de la melanina.

Vitamina B6 (piridoxina), regulariza las secreciones del sebo de la piel.

Vitamina B4, de efecto termoactivo sobre la piel y sobre el cuero cabelludo, debido a la estimulación de la circulación sanguínea.

Vitamina C, que desarrolla desde el lado biológico una ayuda en la síntesis del colágeno.

Vitamina E, que combate la formación de los radicales libres.

Vitamina F (Ácidos grasos polinsaturados), que asegura una óptima hidratación y protección de los tejidos.

Gracias a sus componentes vitamínicos y sus ácidos orgánicos (Ramnoso, Málico y Tartárico) completamente naturales, la pulpa puede retardan el envejecimiento cutáneo manteniendo la piel elástica y brillante. Puede ser aplicada como mascarilla facial o bien en cremas.

Las hojas del baobab.

Naturalmente emolientes, ricas en minerales, permiten a la piel de alimentarse y regenerarse rápidamente; además actúan como antibacteriano natural, limpian en profundidad dejando una sensación de frescura, retrasando el envejecimiento de la piel. En los antiguos pueblos africanos, los niños y los adultos eran sumergidos en una infusión de hoja de baobab para aliviar las picaduras de insectos, llagas y otras inflamaciones cutáneas.

La semilla.

Representa una parte importante en la composición del fruto (cerca del 40%). Está formado por un sutil epicarpio (externo) con un endocarpio (interno) blanco y aceitoso. La semilla contiene: Alfa y Beta Caroteno, Ácidos Grasos (Palmítico, esteárico y oleico), Aminoácidos, Taninos, Tiamina y Riboflavina.

Este aceite (extracto lipolico) obtenido MOLIENDO EL NÚCLEO DE LA SEMILLA en el interior de un soporte aceitoso (Helianthus annuus) se acerca al método utilizado hace siglos en los pueblos africanos. El cataplasma que ellos obtienen exprimiendo la semilla es aplicado sobre quemaduras, abrasiones o hematomas (para aliviar el dolor), en casos de descamación de la piel y mejora la cicatrización de la piel. Su utilización como cosmético es una valiosa ayuda para devolver a la epidermis de la cara y cuerpo su elasticidad y esplendor.

El extracto lipolico de la semilla, rico en saponinas, representa un extraordinario nutrimento a la epidermis. Su uso diario ayuda a contrastar el paso del tiempo y a descubrir una piel tónica e hidratada. Además la novedosa técnica de extracción a Ultrasonidos a bajas temperaturas por medio del aceite de girasol, permite la extracción de TODOS LOS PRINCIPIOS ACTIVOS contenidos en el INTERIOR DE LA SEMILLA DE BAOBAB. Es ideal para el tratamiento de la piel seca, predispuesta a la formación de arrugas, dejando sobre la epidermis solamente un ligero velo, no untuoso, y una discreta luminosidad.

http://www.elfrutodelbaobab.com/Elbaobab.htm



Moringa oleífera: “el árbol milagro”

Con 4 veces más vitamina A que la zanahoria, 7 veces más vitamina C que la naranja, 4 veces más calcio que la leche, 3 veces más potasio que el plátano, 25% de proteína (más que el huevo)...el extraordinario valor nutricional de este árbol confirma que la ignorancia es más mortífera que el hambre

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Ya sea para atenuar el peso de sentirse absurdo al recaer en hábitos obsoletos, o simplemente por prudencia, todo ciudadano puede reducir drásticamente su producción de basura plantando una moringa oleífera en su jardín. El valor nutricional de este árbol es tan extraordinario que su mera existencia confirma que la ignorancia es más mortífera que el hambre: desde que se descubrieron las propiedades de la moringa hace dos décadas la organización Trees For Life International ha emprendido una amplia campaña informativa en Senegal, uno de los países nativos del árbol, y en el que hasta el año pasado 25,000 personas seguían muriendo de hambre diariamente.

Con 4 veces más vitamina A que la zanahoria, 7 veces más vitamina C que la naranja, 4 veces más calcio que la leche, 3 veces más potasio que el plátano, 25% de proteína (más que el huevo), los 8 aminoácidos esenciales para el humano y cantidades significativas de hierro, fósforo, magnesio y otros nutrientes, la hoja de moringa es un alimento completo en sí. Su semilla, madurada en vainas, contiene todas las vitaminas del complejo B en grandes cantidades. Estas semillas (que también son usadas en la India para tratar la disfunción eréctil) se componen de 35-40% de aceite dulce comestible, muy similar al de olivo; pero si se dejan secar en su vaina y luego se trituran en polvo, se obtiene una harina con propiedades floculantes, es decir que aglutina y sedimenta el 90-99% de bacterias y residuos en el agua, lo que clarifica incluso el agua más negra, bastando hervirla para que sea potable. Si a esto añadimos las propiedades medicinales, el rápido crecimiento (hasta 4 metros en un año), la resistencia a la sequía (aunque no a la helada) y una flor extremadamente melífera, se entenderá por qué la comunidad científica habla del ‘árbol milagro’.

La única parte del árbol que no debe ingerirse es la raíz, pues contiene una elevada dosis de un alcaloide que puede ser fatal. Todo lo demás es una excelente alternativa ante los alimentos enlatados, empacados, embotellados y procesados que la insensatez de la vida urbana tantas veces nos empuja a consumir. Las semillas pueden conseguirse en Xochimilco, y aunque se dice que el árbol no se da a más de 1800m, está comprobado que, con suficiente atención y mucho sol, germina y crece en el DF. Esta es una oportunidad para quienes no tengan jardín de aprovechar todos esos cajetes vacíos que hay en las aceras.

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